jueves, febrero 12, 2009

hay un árbol muerto en el asfalto,
roto
de la sangre
que nunca gritamos.
/
y afuera,
el no entender,
es constante lágrima viva
de adentro.
/
que pobre es ser humano!
y mientras el viento,
no limpia el desierto.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

mientras la sangre se coagula
y se integra al asfalto
mientras ya no es sangre
es pisada

Anónimo dijo...

El humano es el ser más pobre de todos, pero como posee la inteligician (algo que él cree único), se imagina el ente superior del mundo, la cima de la escala evolutiva. Y no puede ver que, simplemnte es casualdiad.

¡Saludos y bienvenida de regreso!

búlgaro dijo...

Hola Ana

abrazo humano

Anónimo dijo...

¿Ha visto con qué impunidad se desplazan últimamente los desencuentros?

veocucarachas dijo...

Hola, buendía.

Que belleza! Me gustó mucho.
Hay cosas inevitables de la naturaleza humana, como el olvido. Gracias por traer este árbol de memoria.

Saludos!

Matías dijo...

Siempre te digo lo mismo, pero como hace bastante que no lo hago, acá va de nuevo: qué bien que escribís!

Y tus poesías son muy buenas para letras de canciones.

Saludos

JUANAN URKIJO dijo...

Uno ha de hacer constantes esfuerzos para entender cosas que, a veces, resultan imposibles. Lo mismo que un ha de hacer constantes esfuerzos, para adaptarse a la complejidad y a la incertidumbre del mundo y de la vida.

Un abrazo, Anartista.