martes, julio 06, 2010

amanezco aguerrida, esquivando la inmensidad. entre niebla y vidrieras de lo que no quiero ser. semáforos rotos. asfalto caído desde las alcantarillas. es de día. pero la noche no se fue todavía. y la luna nunca vino a saludar. despierto corriendo. desayuno las calles de luces prendidas. alguien, allá lejos, habla de una fiesta que no llegará. y una sirena comienza a aullar. menos la gente. menos la verdad. es cierto, no te escribí la carta que te prometí. pero a mi favor te puedo decir: yo lo único que quiero es amanecer en paz. y basta ya de pelear con una ciudad.

5 comentarios:

@leftraruh dijo...

Todos queremos paz,
y la manera es no pensar
y olvidar lo ausente
para que no aparezca
con sus fantasmas
atocigadores.

respira.

Anónimo dijo...

Algunos días quisiera imaginar que el tuyo es el deseo de todos. Otras veces me despierto lleno de furia y desesperación, sin un lugar calmo donde reposar mi pensamiento.

Pero sé que siempre, por más larga que sea la tormenta, termina por salir el sol.

Saludos

J.

búlgaro dijo...

aj, que linda que sos Andre! abrazo saeriano..

Camino a Gaia dijo...

¿Para que escribir un post? Mas aún. ¿Para que escribir un comentario?. ¿Para qué urdirlo en la carencia de importancia? Quizás en casos extremos, para seguir el pensamiento que se ha callado y que ya en nuestra mente elige un nuevo destino. Ocurre a veces con el pensamiento. No se detiene. Nos amenaza con un silencio castrado si no le dejamos mostrar su cometido.Como si la noche se hiciera de nuestra propia oscuridad. Hacemos el discurso y esperamos después que arda una calle o se disuelva una cloaca. Hemos perdido el poder. Las palabras ya no arrasan. Yo también miento. Puede que sea eso. Me di cuenta cuando le dije al mar que yo también era inocente. Y no ocurrió nada. Entonces escribí el poema. Impúdico de todo lo increíble. Y al final. Solo al final. Me descubrí en medio de todas mis verdades. Nuca pensé que lo complicado fuese tan sencillo. El beso de una ola mojando mis pies.

Anartista dijo...

quiero decir con mis escasas palabras que otras palabras han incendiado mi casa. y luego el agua.